El ojo de gallo en el pie es definido por los dermatólogos como "tiloma" y se trata de un engrosamiento cutáneo localizado en la capa córnea de la epidermis. Se presenta con su típica consistencia dura, dolorosa al tacto, y a menudo se confunde con otras imperfecciones, como los callos o las verrugas (más adelante veremos en detalle las diferencias).
Tiloma plantar: los síntomas del ojo de gallo
Por los síntomas podemos entender inmediatamente si el pie está afectado por el ojo de gallo porque se sentirá dolor en la zona afectada. Otros síntomas son:
- Con el ojo de gallo entre los dedos tendrás dificultades para caminar, correr y realizar cualquier otro tipo de actividad deportiva;
- Malestar al pasar varias horas de pie;
- Dolor al llevar algunos modelos de calzado, con relativo alivio en cuanto mantenemos el pie libre.
¿Qué causa el ojo de gallo?
Para eliminar el problema del ojo de gallo en el dedo gordo del pie y en el pie en general, es importante identificar la causa subyacente. Podemos decir que el tiloma aparece por frotamiento excesivo o presión repetida en la zona afectada. Antes de ver en detalle cómo tratar el doloroso ojo de gallo y qué hacer para eliminarlo, veamos todas las posibles causas:
- los zapatos demasiado anchos o demasiado estrechos, mal hechos, con tacones exagerados o desatados aumentan la posibilidad de roce entre los dedos;
- los huesos prominentes de los dedos o los dedos en martillo hacen que el pie roce con el zapato;
- bursitis del pie, que es una inflamación que se presenta como un saco lleno de líquido junto a una articulación. Con un zapato inadecuado se facilita el roce y por tanto la aparición de tilomas.
Prevención del ojo de gallo en el pie
Seca siempre con cuidado la zona después del lavado, utiliza un exfoliante delicado para eliminar todas las células muertas, hidrata la piel y elige calzado cómodo y adaptado a la forma de tu pie para evitar cualquier roce. Estas son las formas en que puedes prevenir el ojo de gallo.
Ojo de gallo, callo y verruga: ¿cuáles son las diferencias?
Muy a menudo se confunde el ojo de gallo con el callo o incluso con la verruga. Sin embargo, los tres problemas de la piel son diferentes, aunque los síntomas sean similares.
Las diferencias entre ojo de gallo y callo son:
- El ojo de gallo ocupa una pequeña porción de la piel del pie y su forma es bien definida y redondeada;
- Los callos pueden aparecer en superficies muy grandes y también en otras zonas del cuerpo, como las manos;
- Los callos son menos profundos que el tiloma y, en consecuencia, menos dolorosos.
Las verrugas, sin embargo, tienen causas diferentes a las del ojo de gallo: estas, de hecho, están causadas por una infección viral y afectan zonas como las manos, los pies, la cara y las ingles. Las verrugas son generalmente más pequeñas que el tiloma y no causan ninguna sensación de dolor.
Cómo eliminar el ojo de gallo: cuidado y tratamiento
Después de haber realizado un diagnóstico de las causas desencadenantes, veamos ahora cómo tratar el ojo de gallo. Para deshacerse de este problema necesitará:
Acudir a un podólogo para evaluar el estado del ojo de gallo y la posibilidad de extirpación quirúrgica;
- Utilizar parches específicos contra el ojo de gallo que previenen su formación;
- Utilice cremas que contrarresten el roce de la zona, como Aquaphor Pomada Corporal en Spray, que calma inmediatamente hasta las partes más difíciles de alcanzar, brindando alivio e hidratación inmediata a la piel seca y dañada;
- Elige una crema que sea capaz de tratar de forma intensiva la zona engrosada, alisando y suavizando la piel seca y áspera, y contrarrestando la presión continua que sufre la zona del pie. Por ejemplo, recomendamos aplicar UreaRepair PLUS Crema de Pies 10% Urea;
- En caso de infecciones, sin embargo, será necesario seguir un tratamiento con antibióticos, bajo supervisión médica.
Ojo de gallo: remedios naturales
Existen varios remedios naturales para ayudar a eliminar estas molestias en los pies, veamos algunos de ellos:
- Para suavizar la piel de la zona del ojo de gallo se puede utilizar aceite esencial de Eucalipto y Aceite de Árbol de Té para realizar un relajante baño de pies con agua caliente, sal y bicarbonato;
- Hacer un masaje con jugo de limón ayuda a suavizar el pie, evitando así las rojeces durante el día.
¿Cuándo es necesaria la extirpación quirúrgica del ojo de gallo?
Si los tratamientos tópicos no han tenido los efectos deseados y la sensación de dolor asociada al tiloma es persistente, entonces se puede plantear la extirpación quirúrgica del ojo de gallo. Evidentemente siempre es bueno escuchar la opinión de un médico especialista que podrá aportar toda la información relativa a la operación.
Se trata de una operación muy sencilla: se hará una incisión en la parte afectada para eliminarlo.