Arrugas
El primer signo perceptible del envejecimiento a partir de los 25 años es la presencia de finas líneas y de
arrugas. Estas finas líneas aparecen en diferentes zonas faciales y son los signos de envejecimiento que se reconocen más fácilmente. Las finas líneas son las primeras en aparecer. Estas arrugas pequeñas y poco profundas tienden a percibirse en los ángulos externos de los ojos. También se conocen como líneas de la risa o patas de gallo. Las finas líneas pueden localizarse también en las mejillas. En la frente, las arrugas se perciben como líneas horizontales, y pueden estar desencadenadas por la expresión facial y tienden a ser más profundas en el trascurso del tiempo. Las líneas verticales, de menor tamaño, entre las cejas están causadas por el fruncido de las mismas.
Las arrugas más profundas que se forman entre la nariz y la boca reciben el nombre de pliegues nasolabiales. Están relacionadas con el descolgamiento de la piel y a menudo se asocian a una
pérdida de volumen.
Pérdida de volumen
En ocasiones difícil de identificar, la
pérdida de volumen se conoce también a veces como piel descolgada, pérdida del contorno, cuello de pavo, piel de gallina o "aspecto contraído". Al contrario que la
pérdida de densidad o las
arrugas, cambia el aspecto general de la cara de un modo transformador pero defícil de identificar con precisión. Lo más evidente es que la disminución del volumen y el contorno facial laxo asociados a la
pérdida de volumen, pueden conferir a la cara un aspecto negativo, triste o fatigado. Esto puede, a su vez, dar lugar a percepciones incorrectas del estado de humor o a la imagen de una persona.
Pérdida de densidad
Más corriente en mujeres de edad postmenopáusica, la pérdida de densidad se manifiesta en la superficie en forma de piel más delgada y débil.
Al contrario que las arrugas o la pérdida de volumen, la pérdida de densidad afecta a toda la cara en lugar de asentarse en determinadas zonas.
A menudo se asocia a arrugas más profundas y aparece junto a una disminución de la luminosidad y una tendencia a una piel más apagada.