La dishidrosis es un eccema que etimológicamente significa "provocado por sudoración anormal", pero la patología no tiene relación con la sudoración, aunque el sudor puede agravarla. El trastorno comienza con pequeñas ampollas que se vuelven rojas, inflamadas y luego escamosas. La dishidrosis aparece y desaparece, provocando ataques al cabo de meses o años y provocando generalmente mucho picor. Se puede desarrollar una infección bacteriana en la piel afectada por dishidrosis. Este problema tarda semanas en sanar espontáneamente.
¿Cuáles son los síntomas de la dishidrosis?
La dishidrosis es una dermatitis crónica caracterizada por ampollas escamosas en las palmas de las manos, lados de los dedos y, a veces, en las plantas de los pies. Los síntomas que experimentan los pacientes incluyen esencialmente picazón palmar-plantar y un signo clínicamente manifiesto, es decir, vesículas y ampollas, cuyo aspecto puede ser variable. En la forma más frecuente se produce la aparición súbita de prurito intenso que afecta a dedos, manos y pies, asociado a la presencia concomitante de pequeñas lesiones vesiculares. Las vesículas aparecen como múltiples lesiones elevadas de aproximadamente 1 mm de diámetro, llenas de un líquido seroso (transparente), inicialmente localizadas en los márgenes laterales y en las puntas de los dedos, expandiéndose posteriormente en las palmas de las manos y/o pies, de forma conjunta o aislada, en particular en la parte inferior de los pliegues cutáneos.
Las causas de la dishidrosis de pies y manos
Los médicos coinciden en que la dishidrosis se desencadena por múltiples causas. Sin embargo, suelen ser concomitantes otras patologías, como la dermatitis atópica o la dermatitis de contacto, pudiendo estar implicadas estrés psicofísico, así como intolerancia a algunas sustancias ingeridas, como el níquel, el cromo y el cobalto.
Entre las muchas causas se encuentran:
- Dermatitis atópica: a menudo eccema infantil, caracterizado por erupciones multiformes.
- Contacto alérgico o dermatitis de contacto irritante.
- Estrés psicofísico.
- Clima cálido, primavera/verano.
- Exposición al níquel, cobalto, cromo: el contacto ocasional o la ingestión de estos elementos pueden desencadenar síntomas.
- Exposición a diversas sustancias químicas: cromo, parafenilendiamina, diaminodifenilmetano, benzoisotiazolonas, lauril sulfato, siliconas, parabenos.
- Dermatofitos: enfermedades de la piel de origen fúngico.
- Exposición a los rayos ultravioleta.
- Inmunodeficiencia: la reducción de las defensas inmunes en sujetos particulares.
- Atopia o antecedentes familiares de atopia: predisposición al desarrollo de alergias cutáneas, respiratorias o alimentarias.
- Hiperhidrosis: hipersudoración palmar-plantar o difusa.
Dishidrosis y nutrición
Como se mencionó, la dishidrosis también está relacionada con la nutrición. Una dieta sana y equilibrada puede ayudar a mantener a raya la inflamación -acentuada también por los azúcares y los alimentos en general-, así como el estrés, causante de este problema cutáneo.
Es necesario consumir la cantidad adecuada de proteínas, una buena dosis de frutas y verduras crudas y carbohidratos de bajo impacto glucémico. Evidentemente, un estilo de vida saludable también incluye algo de actividad física: al menos 150 minutos a la semana.
Cómo prevenir la dishidrosis en manos y pies
Como suele ocurrir, la prevención es la mejor cura. Por eso siempre es bueno seguir algunos hábitos saludables para poder prevenir la dishidrosis y reducir las molestias que trae consigo este problema.
Primero es necesario hidratar y nutrir profundamente la epidermis, con productos emolientes. Evidentemente utilice siempre ropa de algodón, para minimizar cualquier irritación con los tejidos sintéticos. Con la protección adecuada, el sol puede ser bueno para quienes padecen dishidrosis. Si tienes alergia al níquel o al cobalto, evita durante unos días ingerir alimentos que puedan agravar la situación.
Finalmente, la actividad física constante está indicada para reducir los niveles de estrés, otra fuente de dishidrosis.
Dishidrosis en niños
Incluso los más pequeños pueden verse afectados por la dishidrosis. Los niños que padecen dermatitis atómica son sin duda los más susceptibles. Generalmente se utilizan cremas calmantes, que ayudan a aliviar el picor, y baños con hipoclorito de sodio o ácido bórico.
Básicamente, incluso para los más pequeños se aplican los mismos buenos hábitos que para los mayores. En cualquier caso, un médico podrá indicar el mejor tratamiento para calmar y curar este problema, teniendo en cuenta también que la piel de los niños requiere una atención especial dada su delicadeza.
Remedios naturales para la dishidrosis
Para calmar y tratar la dishidrosis de manos y pies es posible utilizar algunos remedios naturales, que te resumimos a continuación:
- compresas de manzanilla;
- aplicar un gel de Aloe Vera;
- hacer compresas con agua fría para calmar las zonas más afectadas;
- Baño de manos y pies con almidón de arroz o bicarbonato de sodio.
Cómo curar la dishidrosis: tratamiento
No existe una cura definitiva para la dishidrosis de pies y manos, sin embargo, existen tratamientos que ayudan a mantener bajo control este molesto problema dermatológico. Dentro de los cuales:
- Corticosteroides.
- Antibióticos.
- Fototerapia.
- Los comprimidos impregnados con permanganato de potasio o acetato de aluminio (solución de Burow) pueden ayudar a resolver las ampollas más rápidamente.
- Los corticosteroides tópicos fuertes y/o tacrolimus o pimecrolimus alivian la picazón y la inflamación.
Productos recomendados para la dishidrosis de manos y pies
Para esta dermatitis caracterizada por la aparición de pequeñas vesículas, la línea Eucerin AtopiControl es perfecta. Se trata de cremas indicadas para la dermatitis atópica, o eczema atópico, y para problemas de piel seca, enrojecida, irritable y con picor. Esta picazón provoca rascado, empeora los síntomas y puede causar infecciones en la piel. La línea contiene un ingrediente activo único, un complejo calmante de licocalcona A y ceramidas y ácidos grasos Omega 3 y 6, que fortalecen la barrera cutánea y reducen la sequedad, el enrojecimiento y el picor, incluso en casos de dishidrosis de manos y pies.