Una rutina de cuidado adaptada al cambio de estación debe centrarse en reparar, proteger y tratar los signos visibles del daño solar y ambiental:
• Limpieza suave pero eficaz: Utilizar limpiadores que respeten el equilibrio natural de la piel y la liberen de impurezas sin resecar.
• Tratamiento de manchas de hiperpigmentación: Las manchas pueden intensificarse tras el verano. Para tratarlas, se recomienda incluir activos como Thiamidol®, un principio activo patentado por Eucerin que actúa de forma eficaz en el origen de la hiperpigmentación, reduciendo la producción de melanina en la piel.
• Prevención de imperfecciones y manchas post-acné: El cambio de estación también puede provocar recaidas en pieles con tendencia acneica. Incluir ingredientes como el Ácido Salicílico o Licocalcón A puede ayudar a reducir imperfecciones.
• Protección solar continua: Aunque la radiación UV es menos intensa, sigue siendo una de las principales causas de envejecimiento prematuro y manchas. Es fundamental usar fotoprotección durante todo el año2.