
Los niños con dermatitis atópica tienen más riesgo de padecer alergias alimentarias (como por ejemplo a la leche, al huevo, a los frutos secos, a la soja, al trigo y al marisco) aunque éstas no son las causantes de su eccema.
Los niños con dermatitis atópica tienen más riesgo de padecer alergias alimentarias (como por ejemplo a la leche, al huevo, a los frutos secos, a la soja, al trigo y al marisco) aunque éstas no son las causantes de su eccema.
Por lo general, se aconseja a las madres con antecedentes familiares de dermatitis atópica prolongar la lactancia materna hasta los 6 meses, retrasando así la diversificación alimentaria y limitando el contacto del niño con alérgenos digestivos. Se cree que esta conducta podría disminuir el riesgo de padecer dermatitis atópica.
En los niños mayores no se recomiendan dietas particulares pero, en caso de una sospecha fundada, se debe consultar al médico, valorar la realización de pruebas de alergia y despejar las dudas que puedan surgir. Os dará seguridad y tranquilidad.
Si el niño padece alguna alergia es importante explicarle, sin asustarle, qué es aquello que no puede comer y procurar normalizar la situación sin generar tensiones pero otorgando la importancia necesaria e insistiendo si es preciso.