Los sudores nocturnos son muy frecuentes, sobre todo en verano, cuando suben las temperaturas. Esto implica una producción excesiva de sudor durante las horas de la noche y puede resultar muy molesto, también por el mal olor.
Veamos cuáles son las causas de los sudores nocturnos, cómo remediar el problema y algunos consejos útiles para reducir la sudoración.
Sudores nocturnos: ¿cuándo preocuparse?
Los sudores nocturnos son un fenómeno muy común que generalmente se debe al clima excesivamente caluroso. De hecho, la producción de sudor es un mecanismo termorregulador del cuerpo, que produce líquido a partir de las glándulas para reducir la temperatura corporal.
Generalmente ocurre en verano o durante los cambios estacionales, cuando es muy probable que se produzcan fenómenos anormales de sudoración en horas de la tarde o durante el sueño. Esto sucede principalmente porque usas ropa o ropa de cama demasiado pesada.
Los sudores nocturnos pueden ser de dos tipos:
Sudores nocturnos: causas
Como ya hemos comentado, la primera causa de los sudores nocturnos son las altas temperaturas, como las del verano, por lo que bastará con buscar remedios en el calor y utilizar ropa de noche ligera.
Existen otras causas que pueden provocar o intensificar los sudores nocturnos, como por ejemplo:
La sudoración fría nocturna, sin embargo, indica un episodio de sudoración relacionado con una sensación de frío y generalmente se debe a infecciones continuas o fiebre, menopausia y trastornos intestinales.
¿Qué hacer si tienes sudores nocturnos?
Los sudores nocturnos pueden resultar incómodos, pero no son peligrosos. De hecho, en las formas leves, el sudor se concentra en la zona de las axilas y en el cuello, por lo que es posible reducir su formación con algunas pequeñas medidas, como, por ejemplo:
Qué hacer en caso de sudores nocturnos localizados o generalizados
Los sudores nocturnos son muy molestos. Quienes lo padecen no duermen bien y podrían verse afectados por pequeños efectos secundarios, que pueden contrarrestarse con las medidas adecuadas.
Por ejemplo, en el caso de hiperhidrosis localizada, como la hiperhidrosis palmar-plantar de pies y manos, pueden ocurrir episodios de picazón, descamación y agrietamiento de la piel. Para limitar estos y otros riesgos de infecciones relacionados, la investigación de Eucerin nos ayuda con tratamientos como:
